
La colección celebraba la recuperación de la figura de reloj de arena, en contraste con la silueta masculina de ropas inspiradas en uniformes. Enseguida se la conoció como NEW LOOK, expresión acuñada por Carmel Snow, editora de la edición estadounidense de Harper’s Bazaar, en la que se publicaron varios bocetos que detallaban la confección de las prendas de vestir.
El compromiso de Dior con el uso pródigo de tejidos –la casa era financiada por el fabricante textil Marcel Boussac-, combinado con su adhesión a una visión romántica y nostálgica de la femineidad
con resonancias de la belle époque, dio lugar a una colección que creó un gran revuelo en la prensa
de moda y que encabezó la recuperación del París de posguerra como centro de la moda internacional.
Con un fuerte hincapié en las cualidades escultóricas del vestido estructurado, el fotógrafo Richard Avedon capta a la modelo, Renée, mientras se pasea con fluidez por la Place de la Concorde en Paris, para admiración de los hombres que pasan por allí. Los pliegues de la falda se alzan desde la cadera hacia el ensanchamiento de la bastilla, que termina justo por encima de los zapatos de salón realizados en ante y con tacón cónico. La modelo lleva un manguito de astracán negro, un popular complemento de la época que hace juego con el ornamento de la chaqueta.
PUNTOS FOCALES
SOMBRERO
El sombrero, de inspiración castrense, está confeccionado en una tela
que hace juego con la de la chaqueta. Va colocado hacia un lado y atrás.
El cabello de la modelo, perfectamente peinado, deja ver la parte
posterior del cuello alto ajustado, forrado de piel.
SILUETA DE RELOJ DE ARENA
Dior revisita la popular silueta de miriñaque del siglo xıx. Lo consigue
mediante la combinación del acolchado sobre el busto y las caderas,
la juiciosa mezcla de costuras y pinzas y el uso de entretelas, ballenas
y alambres para constreñir el talle.
ADORNOS DE PIEL
Una estrecha banda de astracán adorna el cuello y el dobladillo de la
chaqueta. La característica superficie de la piel de astracán -originaria
de la oveja caracul de Asia central-es apretada, rizada y sinuosa y tiene
un ligero brillo. El negro era el color más preciado.
DOBLADILLO
Llevadas sobre enaguas rígidas y con la caída del dobladillo casi hasta el
tobillo, estas voluminosas faldas necesitaban hasta 13,5 m de tela para
su confección. La parlamentaria británica Mabel Ridealgh dijo al respecto
que se trataba de un «uso de material estúpidamente exagerado».
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